¿Cómo mejorar el cuaje de los frutos?

El cuajado de los frutos es el proceso en el que se forma y desarrolla el fruto a partir de la flor. Para que el cuajado sea efectivo, se requiere una serie de condiciones adecuadas, como la polinización, la formación de un embrión viable y la correcta nutrición de la planta.

En este sentido, algunos microelementos que se han utilizado para mejorar el cuajado de los frutos son el boro, el molibdeno y el zinc.

El boro es un micronutriente esencial para el crecimiento y desarrollo de las plantas, incluyendo los frutales de hueso. Una de las funciones más importantes del boro en los frutales de hueso es su papel en el proceso de cuajado de los frutos.

El cuajado de los frutos es un proceso crítico en el desarrollo de los frutales, que ocurre después de la polinización y la fertilización de las flores. Durante el cuajado, los óvulos fecundados se convierten en frutos jóvenes y comienzan a crecer. El boro es esencial en este proceso porque ayuda a mantener la integridad de las paredes celulares de los tejidos reproductivos de la flor, incluyendo los óvulos fecundados. También se sabe que el boro estimula la síntesis de hormonas vegetales, como las auxinas y las citoquininas, que son importantes en la formación y el desarrollo de los frutos.

Además de su papel en el cuajado de los frutos, el boro también es importante en otros aspectos del crecimiento y desarrollo de los frutales de hueso, como la formación y el crecimiento de las raíces y la absorción de nutrientes, la síntesis y la acumulación de almidón, la floración y la polinización, y la resistencia a enfermedades y estrés abiótico.

El molibdeno es otro micronutriente esencial para el crecimiento y desarrollo de los frutales de hueso. Su principal función en los cultivos es su papel en la asimilación del nitrógeno.

El nitrógeno es un macronutriente importante para las plantas y es necesario para la producción de proteínas y otros compuestos nitrogenados esenciales. Sin embargo, la mayoría de las plantas no pueden tomar nitrógeno directamente del aire o del suelo en forma de nitrógeno molecular (N2). Para que el nitrógeno sea asimilado por las plantas, primero debe ser transformado en formas más solubles y utilizables, como el amonio (NH4+) y el nitrato (NO3-).

La enzima nitrato reductasa, que es esencial para la conversión del nitrato a amonio, contiene molibdeno en su centro activo. Por lo tanto, el molibdeno es necesario para la síntesis de esta enzima y, por lo tanto, para la asimilación del nitrógeno en las plantas.

Además de su función en la asimilación del nitrógeno, el molibdeno también está involucrado en otros procesos importantes en las plantas, como la síntesis de proteínas y enzimas, la formación de clorofila, la metabolización de los carbohidratos y la regulación de la absorción de otros nutrientes.

El zinc está involucrado en la síntesis de la auxina, una hormona vegetal que estimula el crecimiento y el desarrollo de las células del fruto. Además, el zinc también participa en la formación de enzimas que regulan la síntesis de otras hormonas vegetales, como las citoquininas y las giberelinas, que también están involucradas en el cuajado de los frutos.

La deficiencia de zinc puede afectar negativamente el cuajado de los frutos, ya que puede reducir la síntesis de auxina y otras hormonas vegetales importantes para el proceso de cuajado. Esto puede provocar la caída prematura de los frutos o la formación de frutos pequeños y deformes.

Ejemplo de tratamiento mejorador del cuaje:

- Nacar Floramax 1kg/hectárea  (Cocktel de microelementos rico en boro, molibdeno y zinc)

- Mojante regulador del pH 500cc/Hectárea

- Equilibrium 2,5 litros/hectárea  (Bioestimulante con crema de algas y aminoacidos)

En resumen, el boro, el molibdeno y el zinc son algunos de los microelementos que se han utilizado para mejorar el cuajado de los frutos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el cuajado también depende de otros factores, como la polinización y la nutrición general de la planta.